Suprainteligencia (IH3D) y Liderazgo
- Ness Carballo
- 4 jul 2023
- 2 Min. de lectura
El Liderazgo actual emana de la Suprainteligencia.
La inteligencia emocional es la habilidad para reconocer, comprender y gestionar nuestras emociones, así como también comprender las emociones de los demás y relacionarnos de manera efectiva. Implica utilizar el razonamiento consciente de las emociones para tomar decisiones, resolver problemas, adaptarse al cambio y establecer relaciones gratificantes. Es una inteligencia de dos dimensiones, la racional y la emocional, que trabajan en conjunto para determinar nuestras acciones y decisiones. Con el advenimiento de la inteligencia artificial y la revolución tecnológica en general, la inteligencia emocional, que antes se encargaba de abordar diversas paradojas humanas en las relaciones interpersonales y en la toma de decisiones, tanto en el ámbito empresarial como en la vida cotidiana, tiene que evolucionar a un nivel superior para mantener su relevancia funcional en este nuevo contexto. Ese nivel superior corresponde a una inteligencia humana tridimensional (IH3D), es el razonamiento con emociones y mentalidad digital, la Suprainteligencia.
En el actual contexto, no solo es necesario ser habilidosos en el control de nuestras propias reacciones emocionales y en las interacciones interpersonales emo-racionales, sino también desarrollar habilidades para relacionarnos con la tecnología, los dispositivos electrónicos y los sistemas digitales en general. Esto implica aprender a establecer relaciones tanto con personas como con máquinas, dispositivos o sistemas digitales, y ser capaces de manejar y coordinar ambas interacciones simultáneamente. En resumen, se requiere saber gestionar relaciones persona a persona, persona y máquina, dispositivo o sistema digital, y combinar todas estas interacciones de manera efectiva.
Para visualizar las tres dimensiones de la Suprainteligencia, podemos asociar la dimensión vertical o altura con el pensamiento racional y lógico, la capacidad de razonar y tomar decisiones basadas en la razón. La dimensión de profundidad puede estar relacionada con la conciencia y gestión de las emociones, la habilidad de comprender y manejar nuestras emociones y las de los demás. Por último, la amplitud puede representar la vasta extensión de posibilidades que ofrece la mentalidad digital, como el acceso a información, la conectividad y la capacidad de adaptación a entornos digitales. ¡Es fascinante! ¿cierto?

Experimentamos emociones frente a los dispositivos electrónicos y las redes sociales. A veces nos sentimos felices, tristes o enojados en respuesta a lo que vemos en línea. También es cierto que nuestras interacciones con las máquinas pueden ser influenciadas por nuestras emociones, desde querer golpear un dispositivo que no funciona hasta buscar a alguien a quien culpar cuando un sistema falla. Además, nuestras interacciones con las personas pueden ser afectadas por su habilidad o falta de habilidad para utilizar la tecnología. Todo esto crea un nuevo ecosistema en el cual debemos aprender a navegar y adaptarnos. Por eso, para desplegar un liderazgo efectivo, debemos aprender a desarrollar la suprainteligencia humana. ¿Tú qué opinas?
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